No alcanza

La situación de los comedores en el medio de la pandemia empeoró. El apoyo del gobierno no alcanza o no llega y cada vez más panzas son las que crujen. La necesidades se ven potenciadas en un contexto que expone las peores falencias y miserias de este sistema.

Escribe: Quilici Damian

No alcanza, le dice a Daiana una chica a cargo de la olla popular. No alcanza, hay más gente atrás tuyo, dale que se enfría, le sigue diciendo. Daiana estaba en la fila hace más de una hora, esperando con su tupper, cumpliendo con el distanciamiento social, con el barbijo puesto. Solo quería que le llenen el recipiente con un guiso de lentejas porque en su casa son tres. Vive con abuelos, que no pueden arriesgarse a salir a la calle porque pertenecen a los grupos de riesgo. Daiana quedó a cargo de ellos desde chica. Nunca le hicieron faltar nada. La pandemia la sorprendió volviendo de vacaciones con un grupo de amigas. Tenía unos pesos ahorrados, pero su trabajo no era esencial, así que se le esfumaron en menos de dos meses. El local de ropa donde trabajaba cerró sin pagarle nada. Estaba en negro. Es la primera vez que se acerca a una de las tantas ollas populares del conurbano bonaerense.

Es sábado, el único día que aparecen estos chicos de Capital, militantes de unidad básica, y que organizan más allá de la comida, reparto de elementos de higiene. Cuando esperaba en la fila, vio pasar a la familia de su ex, se dio vuelta para que no la reconozcan en esa esquina del barrio. Le dio vergüenza. Si hasta hace tres meses atrás estaba posando para la foto en las imponentes playas de Copacabana, Brasil. Y ahí está con su tupper, el único requisito para recibir una porción de comida caliente.

Le dan dos panes y una bolsa con un litro de lavandina y dos trapos de piso. No alcanza. Le sirve a sus abuelos, endeudados, desganados, derrotados, un plato a cada uno. Ella miente, dice que ya comió, que te daban un choripan mientras esperabas el turno. Agarra un pan, se prepara el mate y se va a su habitación. Fin de mes letal. No alcanza. Le rechazaron el bono de Anses porque no tiene los datos actualizados. No alcanza. Se endurece la cuarentena. No se puede hacer nada. Solo esperar que todo pase. Y también esperar hasta el próximo sábado, la próxima olla, ir temprano, y que te digan que no alcanza para todos.

Compartime!

Anterior

El virus mata, la represión también

Próxima

Frida, la disruptiva