
Foto: Alain Laboile
Los gritos, las samarreadas en la calle, los tirones de oreja, los pellizcones, fueron prácticas que les niñes han tenido que pasar durante años. Si bien sigue ocurriendo, y cada tanto se les amenaza con “sopapos”, las niñeces han aprendido a expresar lo que sienten: “no me grites” es una frase que se repite en les peques que ya no quieren ser violentades.
Las infancias tienen derechos y necesitan que les escuchemos y respetemos. Criar niñes libres de violencia es una tarea de todes. El futuro depende de cómo estos nuevas generaciones ven el mundo y gracias a la ESI y a la apertura de derechos, hoy tenemos niñes con voz propia.

Hay una mirada social crítica ante estas actitudes donde se les grita o pega a les hijes. Dejó de ser un escenario normalizado el agredirles a la vista de todxs. Es importante que cada niñe tenga su lugar seguro donde expresarse, ya sea la escuela o la familia, para que esto no siga ocurriendo.
No les grites. No te lo estamos diciendo solo nosotres. Te lo están pidiendo elles.