Lucas, un adolescente de 14 años, estaba hablando con su mamá sobre el odio que hay en la sociedad hacia el colectivo LGBTQ+. “Todavía hay mucho odio”, dijo la madre a lo que él respondió con seguridad: “Tranqui, má… ya no nace más gente homofóbica en el mundo. Somos de otra generación”. El discurso de Lucas es uno entre miles de pibxs que hoy creen eso: que son parte de un cambio, de una generación que no se cuestiona el género del otrx porque no hay nada de diferente en alguien que vive su identidad y quiere seguir el camino de sus deseos. Son lxs pibxs que ven el futuro con los lentes del amor y la igualdad.
Que existan estas conversaciones, son parte de un proceso que abrió la ESI (Educación Sexual Integral) y que ya no se va a ir nunca más. A pesar de los reiterados intentos de hacernos creer que existe una “ideología de género” que queremos imponer, sabemos que la realidad es que durante décadas se ocultó algo que hoy ya no se puede esconder. Lxs estudiantes entendieron todo. Así se expresan en las casas y en las escuelas, donde muchxs docentxs nos cuentan cómo sus alumnxs terminan enseñándonos a nosotres.
Si bien las personas no “nacen” homofóbicas, sino que el discurso trans-odiante se va colando entre nosotres, es muy esperanzador pensar que ya no habrá nuevas generaciones que odien al otre por su género, nacionalidad, color de piel o cualquier otra cosa que hasta ahora haya sido un “motivo” para agredir o violentar al otre.
Nos quedamos con la esperanza y las palabras de lxs pibxs, esos que sueñan con un mundo sin odio donde quepamos todes.
