Categoría: Especiales

Compañero Mugica

El 11 de mayo del 74 fue asesinado el Padre Carlos Mugica. Por defender a los “invisibles”, por estar en el territorio y en el barro, por la militancia, las luchas populares, las ideas, el

Haroldo Conti: “Los servicios de inteligencia calculan una cuota de 30 mil muertos”

El 5 de mayo del 76 los genocidas se llevaban para siempre al enorme Haroldo Conti. Haroldo fue muchos al mismo tiempo. En todas las actividades, acciones y compromiso, dejó huellas profundas, de esas que

Che Pibe, la historia de una fundación que desde Villa Fiorito viaja en bondi a todo el país

Podría ser cualquier barrio del conurbano. Manzanas que alternan tierra, colores y cemento. El Riachuelo demasiado cerca, décadas de contaminación que se respira y se toma, que queda en la memoria genética de cuerpos y

Freire. Todos sabemos algo

Un 2 de mayo, pero de 1997, fallecía el maestro Paulo Freire... A partir de la tolerancia y de un profundo respeto por la sabiduría popular, aprendió y enseñó al mismo tiempo. Viajó por el

Oesterheld, querido viejo

El 27 de abril de 1977 los genocidas desaparecieron a Héctor Oesterheld. Lo recordamos con un fragmento de “Oesterheld. Viñetas y revolución”, un libro de Hugo Montero editado por Sudestada: “No tengo nada que decir;

Lo que no te cuentan de Chernobyl

A 37 años del accidente La solidaridad de Cuba con los niños y niñas afectados por la tragedia ambiental. (Fragmento del libro "Las batallas de Fidel", de Hugo Montero)El 26 de abril de 1986 se

Astiz, síntesis de un cobarde

Nunca olvidemos esta imagen. En ella, aparece Alfredo Astiz, el asesino, el torturador, el genocida, vestido con su pulcro uniforme militar. Está firmando la rendición argentina. Había sido destinado a las Islas Georgias del Sur

Genocidio armenio

Un texto del querido Eduardo Galeano, para recordar al pueblo armenio. La impunidad es hija del olvido El imperio otomano se caía a pedazos y los armenios pagaron el pato. Mientras ocurría la primera guerra

Esther Pineda G: “La intención es siempre visibilizar realidades a través de la poesía”

“Entrar en el poemario de Esther Pineda G. es sumergirse en un camino donde la carne y la piel son el terreno de la escritura”, dice en el prólogo Natalia Bericat de “Cuando me rompo

Que no nos digan cómo nos tenemos que amar

En nombre del amor nos han llevado a esos lugares donde no queremos estar. Un discurso donde nos hicieron creer que si te cela te quiere, que si te controla es por que te ama.